
VENTAJAS E INCONVENIENTES DEL TRATAMIENTO DE MASTITIS
SUBCLÍNICAS DURANTE LA LACTANCIA
Med.Vet. Héctor Tarabla
El momento ideal para tratar las mastitis subclínicas es
al final de la lactancia. Este tratamiento, llamado comúnmente "de vaca
seca", no sólo cura un alto porcentaje de las infecciones presentes en el
momento del secado, sino también previene el advenimiento de nuevas
infecciones durante el período seco. Sin embargo, el tratamiento de las
infecciones subclínicas durante la lactancia es una práctica difundida en la
zona de influencia de la EEA Rafaela. La modalidad más frecuente es la de
efectuar la terapia en forma simultánea a todas las vacas del rodeo o bien a
aquellas infectadas de acuerdo a diversos criterios diagnósticos, entre los
cuales el más frecuente es la prueba de mastitis de California (PMC). Esta
práctica es denominada "terapia blitz" ("blitz" significa relámpago)
haciendo referencia a que la operación se efectúa en todos los animales en
forma rápida y en un mismo día. La misma acarrea el peligro de contaminación
de la leche destinada a consumo humano con residuos antibióticos, por lo que
resulta imprescindible el descarte de la leche de los animales tratados.
Por otra parte, para que un tratamiento sea efectivo, el
antibiótico a utilizar debe ser el apropiado para el tipo de infección
existente. Hay más de 80 agentes que pueden causar infección intramamaria y
la efectividad de la droga depende del género y especie del microorganismo
causal. La mayoría de las infecciones intramamarias en Argentina son
causadas por Staphylococcus aureus, y los Streptococcus agalactiae,
dysgalactiae y uberis, aunque las bacterias coliformes y otros
patógenos puedan causar serios problemas en algunos rodeos.
El tratamiento de todas las infecciones subclínicas en
forma simultánea en los animales en ordeño puede lograr un buen resultado e
incluso puede erradicar las infecciones causadas por Str. agalactiae,
pero es sumamente dificultosa en el caso de S. aureus, y es
probablemente imposible con Str. uberis. La proporción de curaciones
en el caso del tratamiento de infecciones subclínicas causadas por Str.
agalactiae supera el 80 %. Este alto porcentaje de curación hace
disminuir la cantidad de infecciones intramamarias en el rodeo y elimina una
importante fuente de contagio. Sin embargo, el pronóstico del tratamiento es
menos favorable en el caso de infecciones estafilocócicas. La proporción de
curas bacteriológicas para S.aureus puede alcanzar el 70 % en
tratamientos efectuados al secado, pero esta efectividad disminuye si el
mismo se efectúa durante la lactancia. Por otra parte, además del patógeno
actuante, la efectividad de la terapia también está influenciada por el
grado de inflamación, el número de lactancia de la vaca tratada y el tipo y
forma de tratamiento.
Como se puede inferir de lo antedicho, es imprescindible
saber la etiología de las infecciones intramamarias antes de efectuar un
tratamiento simultáneo de las mastitis subclínicas durante la lactancia.
Lamentablemente, en muchos casos esta medida se aplica tomando como patrón
los resultados de pruebas indirectas como la PMC, lo que lleva a la
obtención de resultados inciertos. Esto es debido a que esta prueba es útil
como herramienta de diagnóstico a nivel de rodeo, pero en casos individuales
la probabilidad que un animal positivo a la PMC esté realmente infectado es
relativamente baja. Por otra parte, si bien un tratamiento exitoso produce
una caída en la cantidad de cuartos infectados en el rodeo, esta disminución
es solamente temporaria si no se adoptan en forma conjunta otras medidas
higiénico-sanitarias.
En conclusión, las principales ventajas del tratamiento
simultáneo de las mastitis subclínicas durante la lactancia son que es
factible lograr una reducción de los niveles de infección y de contagio en
el rodeo y una disminución de los conteos de células somáticas en leche. Por
contraste, las principales desventajas son : a) La
reducción del nivel de infección puede ser temporaria, b)
la pérdida de leche comercializable debido a la contaminación antibiótica,
c) el considerable apoyo de laboratorio necesario para
hacer un diagnóstico etiológico certero previo al tratamiento y d)
el costo del tratamiento en sí mismo. Además, aunque el pronóstico es
favorable en alguna infección estreptocócica, esto no es así en las mastitis
estafilocócicas. Por todo ello, el tratamiento de las infecciones
subclínicas se debe hacer al secado, reservando la modalidad simultánea
durante la lactancia exclusivamente para rodeos con una alta tasa de
infección por Str. agalactiae como un evento único al comienzo de un
programa de control tradicional o bien cuando se quiera erradicar
rápidamente este microorganismo del rodeo. En todos los casos se deben tomar
precauciones para evitar la contaminación con residuos antibióticos de la
leche que va a la industria.
INTA RAFAELA
Mastitis: Enfermedad y Transmisión
¿Qué es la Mastitis?
La mastitis, o la inflamación de la glándula mamaria, es
la enfermedad más común y costosa del ganado lechero en la mayor parte del
mundo. A pesar del estrés y las lesiones físicas se puede causar la
inflamación de la glándula, la infección por bacterias invasoras u otros
microorganismos (hongos y virus) son las principales causas de mastitis.
Mastitis clínica y subclínica
En los casos de mastitis clínica, el cuarto infectado en
general se inflama, en algunas vacas se encuentra dolorido al tocarlo, la
leche se encuentra visiblemente alterada por la presencia de coágulos,
descamaciones, o suero descolorido y algunas veces sangre. En casos más
severos (mastitis aguda), la vaca muestra signos generalizados: fiebre,
pulso acelerado, pérdida de apetito, reducción aguda de la producción de
leche.
En contraste, la mastitis subclínica es sutil y más
difícil de corregir. La vaca parece saludable, la ubre no muestra ningún
signo de inflamación y la leche parece normal. A pesar de ello, los
microorganismos y células blancas de la leche (células somáticas) que
combaten las infecciones se encuentran elevadas en gran número en la leche.
Las pérdidas de leche y de ganancias debido a las
mastitis clínicas son obvias, la producción de leche cae en forma abrupta y
la leche de las vacas tratadas con antibióticos debe ser descartada durante
tres o cuatro días. Además, mucho más leche se pierde debido a mastitis
subclínicas debido a que:
La gran mayoría de los casos son subclínicos (en
promedio, por cada caso clínico, existen de 20 a 40 subclínicos);
La reducción en la producción de leche debido a mastitis
subclínica tiende a persistir por un largo período de tiempo y afecta la
producción de las vacas infectadas.
El control de las mastitis subclínicas es más importante
que el simple tratamiento de los casos clínicos ya que:
Las vacas que poseen casos subclínicos son reservorios de
organismos que conducen a infecciones de otras vacas;
La mayor parte de los casos clínicos comienzan como
subclínicos; por lo tanto, el controlar los casos de mastitis subclínica es
la mejor forma de reducir los casos clínicos.
El impacto de la mastitis va junto con la leche, más allá
de las puertas de la explotación lechera. Los cambios en la composición de
la leche (reducción de calcio, fósforo, proteína y grasa, e incrementos de
cloro y sodio) reducen su calidad. Además, los antibióticos utilizados en el
tratamiento de la mastitis son una preocupación industrial y de salud
pública importante.
La presencia de residuos de antibióticos en la leche
interfiere con el proceso de fabricación de muchos productos lácteos (quesos
y otros productos fermentados). Los sabores indeseables reducen el valor de
los productos lácteos y la presencia de bajos niveles de antibióticos puede
causar problemas de salud a los consumidores.
Desarrollo de la enfermedad
Las infecciones comienzan cuando los microorganismos
penetran el canal del pezón y se multiplican en la glándula mamaria.
Invasión del pezón
El pezón en sí el la primera línea de defensa contra la
penetración de bacteria dentro de la ubre. Normalmente, el esfínter cierra
el canal del pezón fuertemente cuando la vaca no es ordeñada.
La invasión del pezón se presenta generalmente durante el
ordeño. Los organismos presentes en la leche o en la punta del pezón son
impulsados dentro del canal del pezón y de la cisterna cuando existe la
entrada indeseable de aire en la unidad de ordeño (desprendimiento o
pérdidas de la unidad o remoción de la pezonera sin haber antes cerrado el
vacío).
Luego del ordeño, el canal del pezón permanece dilatado
por una o dos horas e inclusive, el canal del pezón dañado puede permanecer
parcialmente o permanentemente abierto. Los organismos del ambiente (materia
fecal, cama, etc.) o aquellos que se encuentran en lesiones de la piel en la
punta del pezón, pueden invadir fácilmente y abrir total o parcialmente el
canal.

Figura 1: Desarrollo de la mastitis y de la
defensa de la vaca contra la infección
Establecimiento de la infección e inflamación del área
dañada
Algunas bacterias pueden avanzar dentro de la ubre
atacando y colonizando nuevos tejidos; otras pueden moverse por medio de la
corriente de leche producida por el movimiento de la vaca. Las bacterias
dañan primero los tejidos que recubren los grandes tubos colectores de
leche.
Las bacterias pueden enfrentarse con leucocitos (células
blancas de la leche) presentes naturalmente en bajas cantidades en la leche.
Estas células son la segunda barrera de defensa debido a que pueden englobar
y destruir a las bacterias. Aún así, durante este proceso, los leucocitos
liberan substancias que atraen a más leucocitos desde el torrente
circulatorio hacia la leche.
Si las bacterias no son totalmente destruidas, pueden
continuar multiplicándose y comenzar a invadir los pequeños conductos y
áreas alveolares (Figura 1A). Las células secretoras de leche que son
dañadas por las toxinas, liberan substancias irritantes que conducen a un
incremento en la permeabilidad de los vasos sanguíneos (Figura 1B).
Leucocitos adicionales se mueven al lugar de la infección. Ellos penetran el
tejido alveolar en gran medida moviéndose entre el tejido secretor de leche
dañado (Figura 1C).
Fluidos, minerales y factores de coagulación también se
mueven dentro del área infectada. La leche coagulada también puede cerrar
conductos y, en efecto, aislar las regiones infectadas.
Destrucción del tejido alveolar
Algunas veces los microorganismos son eliminados
rápidamente y la infección se aclara. En este caso, los conductos tapados se
abren y la composición y producción de leche retorna a la normal en varios
días. Aún así, a medida que la infección persiste y los conductos se
mantienen tapados, la leche encerrada hace que las células secretoras pasen
a una etapa de descanso (sin producir) y el alvéolo comienza a reducir su
tamaño (Figura 1D).
Las substancias liberadas por los leucocitos conducen a
una destrucción completa de las estructuras alveolares, que son reemplazadas
por tejido conectivo y cicatriza (Figura 1E y F). La destrucción del tejido
secretor de leche es, en efecto, la tercera línea de defensa de la vaca para
mantener a la infección bajo control.
Por lo tanto a medida que la enfermedad progresa el
número de células somáticas en la leche se eleva y se asocia con una
reducción (permanente) en la producción de leche.
Transmisión de la Mastitis
En un intento por controlar los diferentes tipos de
infecciones, es importante considerar la fuente y formas de transmisión de
la enfermedad. Los organismos que causan la mastitis viven en diferentes
ambientes (materia fecal, cama, piel, etc.). La limpieza general de las
vacas y su alojamiento, como también buenos procedimientos de manejo
(especialmente ordeño) son formas efectivas de controlar la difusión de la
mastitis.

Figura 2: Tres de las principales rutas de
transmisión bacteriana durante el ordeño
Streptococcus agalactiae
El Streptococcus agalactiae es la causa más común de
infecciones subclínicas pero muy rara vez produce una severa enfermedad
(mastitis aguda). Este organismo vive en la ubre de la vaca y sobrevive
solamente un corto período de tiempo por fuera de la glándula mamaria. Se
disemina principalmente durante el ordeño por medio de la máquina de ordeño,
las manos contaminadas del operador, materiales (tela) utilizados para lavar
la ubre (Figura 2).
Este organismo puede infectar también la ubre de una
ternera joven si ha sido alimentada con leche contaminada. La infección
permanece en forma indefinida en la glándula mamaria de la novilla. EL
Streptococcus agalactiae puede ser erradicado del hato con un tratamiento
apropiado combinado con buenas prácticas de manejo. Aún así, se puede llegar
a diseminar fácilmente en el hato luego de la compra de un animal infectado.
Staphylococcus aureus
El Staphylococcus aureus vive dentro o fuera de la ubre,
en la piel del pezón y puede causar tanto mastitis clínica como subclínica.
Generalmente se disemina de la misma forma que el Streptococcus agalactiae
(Figura 2). La infección tiende a producir cicatrices, que resultan en sacos
de infección encerradas en la ubre que son difíciles de alcanzar por los
antibióticos. Tales sacos pueden romperse y abrirse a otras partes de la
glándula más tarde.
Tabla 1: Fuentes más comunes (de la de mayor a
menor prevalencia) y formas de diseminación de las bacterias más comunes
productoras de mastitis.
Tipo de bacteria |
Porcentaje de todas las infecciones |
Causa primaria
|
Principales formas de difusión
|
Streptococcus agalactiae
|
40% |
Ubre infectada
|
De cuarto a cuarto; vaca a vaca durante el ordeño1 |
Staphylococcus aureus
|
30 - 40%
|
Ubre infectada, pezón lesionado
|
De cuarto a cuarto, vaca a vaca durante el ordeño1
|
Streptococo ambiental2
|
5 - 10%
|
Cama, materia fecal
|
Medio ambiente de la vaca
|
Coliformes3
|
1% |
Materia fecal
|
Medio ambiente de la vaca
|
1 Ver Figura 2 para más detalles
2 Streptococcus uberis y Streptococcus dysgalactiae
3 Eschirichia coli, Enterobacter aerogenes, Klebsiellia
pneumoniae
Streptococcus uberis y Streptococcus dysgalactiae
Estos organismos se encuentran en la cama (especialmente
camas orgánicas: paja, aserrín, etc.), aguas estancadas y tierra. Pueden
encontrarse también en la piel de la vaca (pezón y abdomen) y en los órganos
reproductores. Estos organismos son generalmente transferidos desde el medio
ambiente al pezón entre los ordeños, pero algunas transferencias pueden
tener lugar durante el ordeño.
Estos organismos no pueden ser eliminados del hato debido
a que son parte normal del medio ambiente. El grado de infección de estas
bacterias tiende a incrementarse cuando las condiciones favorecen su
crecimiento, por ejemplo, durante los meses húmedos del año. El
Streptococcus uberis y Streptococcus dysgalactiae son responsables también
por la mayoría de las mastitis que se presentan ya sea al comienzo o al
final del período de seca.
Además de estas dos especies de bacterias, existen muchos
otros estreptococos ambientales (Strep. bovis, Strep fecalis) que pueden
causar mastitis.
Bacterias coliformes
Las bacterias coliformes son habitantes normales del
suelo e intestino de las vacas. Se acumulan y multiplican en la materia
fecal y en la cama. Los coliformes pueden causar mastitis solamente si las
partículas contaminadas del medio ambiente entran en contacto con la ubre.
A diferencia de las bacterias descritas previamente, los
coliformes no se adhieren a los conductos y al alvéolo de la ubre, en lugar
se multiplican rápidamente en la leche y producen toxinas que son absorbidas
dentro del torrente circulatorio. Como resultado, las infecciones por
coliformes conducen a mastitis clínicas agudas.
La temperatura corporal de la vaca puede elevarse a 40ºC
y el cuarto infectado se inflamará y se volverá sensible al tacto. Los
mecanismos de defensa de la vaca pueden eliminar las bacterias de la ubre,
pero las toxinas permanecen y la vaca puede llegar a morir.
Las vacas libres de otras bacterias causantes de mastitis
(Streptococcus agalactiae y Streptococcus aureus) parecen ser más
susceptibles a las bacterias coliformes.
Fuente CEBA |