PROPUESTAS
PARA LA PRODUCCIÓN DE CARNE BOVINA EN LOS SISTEMAS MIXTOS DE LA REGIÓN
PAMPEANA
Resumen
El
presente trabajo se realizó con el objetivo de evaluar económicamente la
factibilidad de distintas propuestas técnicas para un mismo sistema agrícola-ganadero
de base pastoril de la región pampeana y analizar la respuesta esperada
con distintos biotipos animales. Se trabajó sobre la base de un
establecimiento agrícola-mediano ganadero, productor de carne bovina de
ciclo completo representativo de la zona. Se simularon tres casos que se
diferencian en el frame score del rodeo. Se
concluye que los establecimientos de la región pampeana se pueden
transformar en sistemas mixtos rentables y sustentables, y que los
biotipos chicos son los que mejor se adaptan a la situación planteada.
INTRODUCCION
Los profundos procesos de transformación vividos en el
mundo en los últimos tiempos han influenciado de diferente manera a los
distintos sectores. En el campo de la producción de alimentos, las dos últimas
décadas han estado caracterizadas por una creciente valorización de los
bienes ambientales y por una necesidad, cada vez más apremiante, de
impulsar modelos de desarrollo económico que sean sustentables y
compatibles con la naturaleza (Viglizzo, 1995). Este desafío ha dado
lugar al paradigma que hoy denominamos Desarrollo Agropecuario
Sustentable, en donde se engloban todas aquellas formas alternativas de
producción que son factibles en términos biológicos y económicos,
consistentes con la preservación del ambiente y los recursos naturales (Viglizzo,
1995).
Esto último no ha sucedido en la región pampeana, debido
entre otras cosas a una competencia de la agricultura con la ganadería,
que en las últimas décadas ha conducido al deterioro de los recursos
naturales y la falta de sustentabilidad económica de un gran número de
empresas agropecuarias de la región, trayendo como consecuencia una
situación socioeconómica muy particular, en la que los pequeños y
medianos productores han sufrido un proceso de descapitalización con
deterioro de sus instalaciones y niveles variables de endeudamiento, que se
deben considerar
especialmente al
momento de cualquier análisis,
ya que se transforma en una limitante para la reconversión de los
establecimientos (Peretti, 1994).
Esta mal entendida competencia entre la agricultura y la ganadería
planteada en los últimos años, ha llevado por un lado a que numerosas
propuestas técnicas que maximizan la producción física-biológica,
carezcan de una validación desde el punto de vista económico, aspecto
determinante de su viabilidad, y por el otro, al uso inadecuado de
metodologías de evaluación económica de los sistemas agropecuarios,
analizando en forma desintegrada la agricultura de la ganadería, sin
tener en cuenta su complementariedad, definiendo en muchos casos la toma
de decisiones por parte del productor, lo cual resalta la importancia del
uso adecuado de dichas metodologías.
Es así que muchos análisis utilizan al margen bruto como único
indicador del resultado económico de la empresa, careciendo el mismo por
sí sólo de consistencia, debido a que solamente deduce de los ingresos
brutos los costos directos, dejando de lado los costos fijos en efectivo y
las amortizaciones, siendo éstos en muchos casos los responsables de un
resultado económico desfavorable, por lo que se plantea la necesidad de
utilizar un indicador más específico para la toma de decisión de que
actividad realizar, al buscar el máximo beneficio económico del
establecimiento agropecuario
Muchos trabajos concluyen que los sistemas mixtos serían una
alternativa para incrementar el resultado económico y mejorar la
sostenibilidad biológica de los sistemas productivos. En este aspecto
debemos considerar que el tamaño del animal es una variable importante a
tener en cuenta ya que influye en la productividad física-biológica y
económica de la empresa.
El objetivo de este trabajo fue evaluar económicamente y de forma
integral la factibilidad de una propuesta técnica para un sistema agrícolo-ganadero
de base pastoril en la zona predominantemente agrícola de la región
pampeana y analizar la respuesta esperada con distintos biotipos
animales.
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Opinión: una producción que podría duplicarse
El sector ganadero requiere soluciones de fondo
Ante las buenas perspectivas del negocio es necesario lograr estándares de calidad para exportación, trazabilidad y un sistema de promoción en el mercado externo
Nuevos relevamientos del sector ganadero permiten estimar que la producción de carne en nuestro país puede casi duplicarse en los próximos 10 años, pasando de los 2,65 millones de toneladas producidas en el 2003, a casi 4 millones de toneladas, gracias a la aplicación de mejores prácticas de manejo y a lograr un aumento del peso promedio de faena. Con estos niveles de producción, las exportaciones de carne podrían alcanzar 1,2-1,3 millones de toneladas para el año 2014, con ingresos cercanos a los 2800 millones de dólares.
Frente a este potencial, el sector enfrenta el desafío que implica transformar a la agricultura y la ganadería en actividades complementarias y no competitivas entre sí. Transformando granos forrajeros (maíz o sorgo) en carne, estas actividades ingresan a la rotación de cultivos en forma complementaria a la soja y de esta forma no solo agregamos valor, sino que otorgamos sustentabilidad al planteo de producción.
Como ejemplo, si el aumento del peso promedio de faena de 212 a 242 Kg/Cab, se realizara sobre la base de suplementación con grano de maíz en la ultima etapa, serían necesarias 5 a 5,5 millones de toneladas adicionales a las que hoy se producen y ello requeriría la incorporación de 800 a 900 mil has de maíz, tomando el rendimiento promedio nacional de los últimos 5 años, que es de 60 qq/ha. Esto implica un crecimiento del área de siembra de maíz de algo más del 40% respecto a lo cosechado en 2003.
De todas las transformaciones necesarias, la promoción de carnes orientada a un mercado exportador, el contar con un nivel de excelencia en la sanidad, calidad e inocuidad de los productos, y a la vez confianza de los consumidores en los organismos de control; el control de la evasión y la competencia desleal en toda la cadena, son las principales asignaturas pendientes para el sector.
Si se analizan las proyecciones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para la próxima década, puede observarse que el organismo no ve un crecimiento significativo para el sector ganadero argentino, debido quizás a que evaluó que el sector no podrá superar las limitantes que le impiden lograr su reconversión.
La visión de la Fundación Producir Conservando es distinta. Creemos que la Argentina cuenta con todas las herramientas para seguir creciendo. Es con este desafío, que proponemos analizar el potencial del sector, y tener en cuenta las principales limitantes que deberíamos superar para alcanzar nuestras posibilidades.
Promover la exportación
Hay que salir a vender nuestras carnes y hay que exportar lo que el mercado quiera y no lo que creamos que deben demandar. Nuestro país aún tiene pendiente implementar un sólido programa de promoción y desarrollo de nuestros productos en el exterior. Debemos contar con un nuevo sistema de Tipificación de Carnes adecuado a las exigencias del mercado y poder garantizar la trazabilidad, dando de esta forma cumplimiento a las exigencias de los consumidores. El agregado de valor a nuestras carnes, deberá surgir de las nuevas tendencias del consumo y requerirá inversiones en investigación, desarrollo y marketing de nuevos productos y del desarrollo de carne con marca propia, que permita mejorar la ecuación de la cadena.
Aún conviven diferentes estándares sanitarios según los operadores sean para mercado interno (variando incluso entre provincias) y exportación, mientras que en ningún país del mundo existe un estándar sanitario para mercado interno y otro para exportación.
En referencia a la sanidad y calidad alimentaria, hace falta un cambio en los organismos de fiscalización y control, buscando un perfil netamente técnico, descentralización operativa y un presupuesto acorde. Respecto de la evasión, hay que destacar que la ley federal de carnes debe ser revisada y actualizada. Existe un importante y atomizado número de operadores que incluso desarrollan su actividad con distintas matrículas, lo que dificulta enormemente el control. La informatización de todos los trámites realizados para movimientos y traslados de hacienda unificados, sumado a la incorporación de sistemas electrónicos de control en las líneas de producción de las industrias, que funcionan eficientemente en otros países, permitirá además el seguimiento y control de problemas sanitarios y su distribución espacial.
La cadena de la carne, con todo su potencial y limitantes, requiere de la realización de un programa estratégico para su desarrollo y crecimiento. No basta con planes parciales, que propongan sólo políticas fiscales como subsidios de tasas de interés o desgravaciones impositivas. El sector necesita soluciones de fondo.
Por Gustavo Oliverio
Para LA NACION
El autor es coordinador de la Fundación Producir Conservando.
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